¡QUÉ COLORES!

¡Qué colores!

Pintura vieja, anticuada y obsoleta. Intentas aparentar y tapar tus vergüenzas. Una capa nueva que tape los errores y los desperfectos de la anterior, una capa nueva que aparente renovación. Tus paredes y cimientos se resquebrajan y derrumban, y la pintura ya no sirve para tapar tanto destrozo y dolor. Lo que un día fue y de lo que ya nada, o casi nada queda. 

 

Tus carros, cansados de rodar y aguantar el paso del tiempo sin mejoras, tan solo una capa sobre otra para conseguir un peso más al final del día. Pelean por arrancar cada mañana, esperan pacientes su turno en la cola, cansados y sin brillo, el que algún día tuvieron y del que ya poco queda.


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© Layna Fernándezcreado en Bluekea